Cacagénesis:


William Saroyan:
"Es sencillamente imposible insultar al género humano sin sonreír al mismo tiempo".







domingo, 30 de mayo de 2010

APROBRADO


Ese día tenía un curso de oratoria promovido por la Universidad, para hacer que los futuros juristas de este país sepamos que es bueno tomar agua antes de hablar en público y son nefastas las tostadas porque contienen hidratos de carbono que tienen glucosa que genera insulina que hace que nos pongamos nerviosos, como todo lo que lleva azúcar, y las bebidas gaseosas.

- ¿Y el café? - pregunta ingenua una compañera.
- Sin azúcar, perfecto.

Maldita sea. Yo me había tomado unas buenas tostadas con aceite y ajo, como siempre. Cuando nos dijo que leyéramos en voz alta una bucólica composición que tenía a una insospechadamente feliz caperucita como protagonista, que danzaba por praderas verdes, y que teníamos que declamar imaginando que recitábamos para niños pequeños, yo me dije:

- "¡mama! ya verás cuando venga el lobo"

El tipo que impartía el cursillo expres de oratoria pudo ver cuando avanzó hasta el final del pasillo a un personaje rubio que le miraba impasible con cara de pene y que no movía los labios porque no estaba dispuesto a dejarse la dignidad en esa empresa.

Él siguió dando su magistral lección. Cuando todos dejaron de profanar el entrañable cuento de caperucita, aquel agitador de masas se puso a hablar del círculo de comodidad y de cómo era necesario salir de él. Al fondo de la sala pudo ver al rubio escabuyéndose y cerrando la puerta tras de sí.

Entonces subí a la Biblioteca y me encontré a Pedro. Uno de los pocos alumnos que queda en la Facultad de los que iban conmigo el primer año.

- ¿qué hay Paco? ¿cómo llevas el examen?

Nunca entendí por qué me llaman Paco en la facultad. Nunca me presenté como tal. Lo detesto y creo que es la razón por la que durante un tiempo, llamémosle x, no pisé la facultad. Ahora que creía que estaba a salvo, porque no hablo con nadie, me dejo ver más a menudo por las aulas, pero después de nueve años...

- No voy a ir. No he estudiado nada.
- Yo tampoco tío, pero vamos. Al menos vemos lo que pone para Junio.
- Bueno tío no lo descarto.

Me voy al jardín botánico a tomar el sol y estudiar algo. Al rato aparece mi amigo con otro colega. También conozco a éste. Se llama Antonio. Éste aún no lleva nueve años.
Nos ponemos a despotricar sobre lo chungo que será el examen, sobre lo mal que explica el profesor y sobre la jodienda de los impuestos, mientras esperamos a una compi de Antonio que le va a dejar unos apuntes. En esto que llega una chica y se suma al grupo. Nos liamos un cigarro.
Llega la compi de Antonio y le pasa los apuntes. Nos vamos a la cafetería a hacer la puesta apunto. Yo no he comido nada y me tomo una birra. Sigo con hambre así que me tomo otra.
Pasa el profesor y saluda y nosotros retomamos el tema de la extorsión para aprobar sin examinarnos.

- Y si le partimos las piernas...

Alguien insinúa otros métodos más sugestivos, no tan dolorosos. Nos reímos. Entramos chispados al examen. Entre que el personal se sienta y el profesor reparte la prueba, pongo las manos en posición niño de primera comunión, cierro los ojos y rezo.
Siempre lo hago antes de un examen. No rezo literalmente. Quiero decir que no verbalizo mis oraciones. No pronuncio una palabra pero en mi cabeza imagino que lo hago y encuentro calma.
Oigo a mi colega desde el otro extremo del banco:

- está rezando - dice riendo
- no rezo, me estoy concentrando - para mí es lo mismo

El profesor reparte el examen.

Una parte tipo test.
20 preguntas.
Cuatro posibles respuestas.
Los errores restan.
No tengo ni idea pero es como jugar al cincuenta por quince.
Leo una pregunta e imagino al Sobera levantándome la ceja.
Seguras seguras tengo cuatro cinco.
El resto me las juego al bingo.
O no tan al azar.

El segundo asalto es práctico.
Sigo sin tener ni idea
pero nos dejan la legislación.
No hay nada que se haya dicho en clase que no esté ahí escrito.
Las dos primeras preguntas están respondidas simplemente con buscar en el índice temático la palabra adecuada y aplicar el artículo correcto, para lo cual lo único necesario es saber leer, aunque nadie ha dicho que sea fácil.

La tercera se complica.
Caso práctico sobre la declaración de la renta.
Menos mal que el camarero me ha prestado su calculadora.
Materia espesa, densa soporífera donde las haya.
Algo me suena de clase pero no tengo tiempo de terminar.
Aunque lo poco que sabía ha quedado dicho.

Se acabó el examen y tengo que volver al curso de mierda. A ver, el tipo es simpático, no le culpo, hace bien su trabajo, logra que le prestemos atención, incluso hace que nos riamos, cosa que no ha conseguido ningún profesor en todo este tiempo, pero todo ello no justifica que nos ponga a todos a hacer el payaso al unísono, aunque la mayoría no tiene ningún problema con eso.

Culmina la conferencia dando las claves para ligar. Concretamente los 10 gestos que hacen las chicas y los dos que se supone que hacemos los chavales cuando alguien nos gusta. Esto lo anunció nada más entrar como anzuelo y no lo desveló hasta el final. Recomienda enérgicamente el magnesio para la memoria y nos ha dicho que una cucharada de miel antes de irse a la cama consigue que afrontes con más ganas la jornada.
Puede que eso lo ponga en práctica, pero yo lo único que quería decir con todo esto es que hoy han salido las notas de Financiero y que no sé cómo pero he aprobado. O como pone en la lista de calificaciones:

NOMBRE FRANCISCO ALMAZÁN BARRERO

TEST 4,25
PRACT 7,5
MEDIA 5,88
TRAB ASIST 0,50

NOTA FINAL APROBRADO
Será por que estaba medio borracho.

sábado, 29 de mayo de 2010

SEMBLANZAS.

El Mourinho sentimental

Era un tío que llegó a nuestras vidas sin hacer mucho ruido, solía llevar una camiseta del Real Madrid y jugábamos cerca de la Bola de Oro a futbol sala. Era un tipo competitivo, y lo sigue siendo. Recuerdo que una vez lanzó una falta con una potencia descomunal contra un chavea de unos once años y que me dije entre dientes que era un gilipollas y no lo era. Llegaba con Markitos a la Cueva, y se sentaba en nuestro sofá con la carpeta sobre las rodillas, era y sigue siendo un chico tímido. Entonces todos nos íbamos a la biblioteca de Biosanitaria a echar unas risas, y Markitos empezaba a darnos palmetazos en las espaldas para que resonaran en toda aquélla sala.
Me confesó hace tiempo que las primeras veces que me vió pensó, ¿qué le pasa a ese? Mi obsesión por Training Day, el recitar todas las noches sus diálogos, era algo que le desconcertaba. Cantar en la puerta a voz en grito, “Another Nigth” de “SPS”, era una de mis pasiones nocturnas en el estudio.
Hay veces en la vida que tomas las decisiones inadecuadas, entoces conoces gente... de verdad. Y ese compadre madridista se quita la camiseta y se enfunda la camisa o el pijama. Era verano de 2003 y Bartolo ya había limpiado de arriba abajo el armario de su habitación debido al apulgaramiento varias veces, la aluminosis estaba dejando a Fucking sin imaginación y Joselito se deleitaba de vez en cuando con Frank Sinatra con la que hoy sigue siendo su chica. Estoy hablando de la Cueva.
Una idea nos rondaba la cabeza, había que cambiar de piso u operarse para implantarse unas branquias. Como siempre Barti tomó la voz cantante y junto con Joselito vieron un piso en Real de Cartuja. Entonces surgió el conflicto, el piso tenía cinco habitaciones.
Tiene la extraña habilidad de hacer de su pronto agresivo una verdadera poesía en las colas de los supermercados, en los bancos, y allá donde va. Pero como se suele decir, la gran parte de los genios suelen tener un carácter difícil. No recuerdo cuantas veces le he repetido cara con cara, ¡ya tío, tranquilo! Pero la verdad es que admiro su carácter, la vehemencia en las palabras de su discurso alterado, y las ganas que tiene de defender lo suyo.
Es un maestro antiguo, casi con aire de lama tibetano mezclado con adolescente ochentero en sus palabras.Cuando crees que toda el peso del mundo va a caer sobre tu nuca y te va a destrozar haciéndote papilla por el suelo llega este tío y te suelta la frase que te descarga de cualquier tipo de presión, es inteligente.
Me he reído con él, de él, con sus relatos, ficticios o reales. Sobretodo con aquél que siempre me encantaba escuchar alrededor de la chimenea que no teníamos. Cuando se vió en medio de la gran urbe granadina con una camiseta de superman muchas tallas inferior a la suya sudando como un pollo buscando un restaurante de comida rápida, con gente que casi ni siquiera conocía.

Hoy se ha vuelto a despedir de mí, con una gran frase. “Al menos en mi mundo era así”.

Continuará.

jueves, 27 de mayo de 2010

ALGO DE POESÍA

En el desierto cacagénico de una semana anodina, como soldado que ha perdido conexión con el campamento base y cuya radio no funciona. Está viendo morir a un compañero pero se resiste a dejarlo abandonado, continúo pues administrando vía intravenosa lo mejor que me queda en la zamarra, mi propia medicación antibióticos y analgésicos, y con todas mis fuerzas me digo en mi cabeza Caca is alive!!!

Luego aquí. ¡VUELVA LA POESÍA!!!!!!!!!!!!!!!!!

Eunelio. Médico en campaña. Soldado en la vida.

LA DIGNIDAD

Todos a mi alrededor eran muy feos.
Pasé una hora riéndome para mis adentros.
Y cuatro preguntándome si no era yo otro de ellos.
Al final me dí cuenta de que bien podía ser el más feo de ellos.
Siempre acabo siendo el mejor aunque sea en ésto.


Toni Tower Baobab

SENSE TITOL

Si la simpleza es tu clave
----y la sencillez tu proclamo;
------mi bandera será la nada
--------y la conquista será mi todo
----------Si lo cotidiano es lo más bello
------------y la rutina tu tesoro;
--------------mi claridad será la noche
----------------y la mañana todo mi oro

Makeda----

EL HOMBRE. LA MUJER.

-I-
PROLÓGO

(En el reposo de una tarde de verano
en un solo de guitarra de Harrison
en un verso de Miguel
en una canción de Manolo
en un chascarrillo de José Mota
en una frase de Bukowski
en una conversación con un amigo
en una broma a mi madre.
Entre otras cosas, que en lugar de herirme
me llenan y enriquecen todos los días.
Ahí está mi vida.
No le des más vueltas.)



No necesito vivir en guerra constantemente,
sentirme odiado o amado a cada paso.
Vivo, siento y río. Tranquilamente
discurro por el mundo como el arado
lo hace por los surcos de simiente.
Quien no desee hacerme caso
sostenga su arma caliente,
aunque le queme en las manos.
Y alineada perfectamente
dispare contra este muchacho.
Las balas simplemente
podrán inutilizar mis brazos
del dolor rompere mis dientes
con un grito sereno y claro.
Seré un pedazo de vientre
con el corazón a otro lado
sobre la tierra caliente,
pero no voy a entrar al trapo,
que discuta contigo si quiere,
alguna chalada o chalado,
algun tontorrón hidalgo,
por mí puede usted irse,
tranquilamente al carajo.
Yo no necesito vivir en guerra constantemente,
ni sentirme odiado o amado a cada paso,
me siento a escuchar los pájaros...
te siento a mi lado hablando...


Toni Tower Baobab

ESTUPIDEZ.

Borges dijo: “El fútbol es popular porque la estupidez es popular”.

La vida son excusas para estar con los demás, para compartir cosas, para reírse. Y una de las mejores que conozco es el fútbol, el fútbol de selecciones.

Si me hubieran dicho que escucharía el himno español el día de la final de la pasada Eurocopa, emocionado y abrazado a un amigo, no me lo hubiera creído, pero sucedió.
El libro de John Carlin “El factor humano” refleja como Mandela utilizó, en este caso el rugby, como lanzadera para unir un país partido por el apartheid. Lloré -en la soledad de mi cuarto- viendo la película, pero mi preocupante sensibilidad es otra historia.

De pequeño mi familia se reunía para ver jugar a España, siempre en grandes citas, olía a verano, con su sandía, su ventilador y sus moscas. Mis primeros recuerdos nítidos constan del 94, Tassotti le rompió el tabique a Luís Enrique, también un puñetazo reventó el cristal de la mesa donde comíamos, estábamos jodidos.

Algún año después, tenía un par de amigos, más concretamente un amigo y su hermano pequeño, la selección jugaba contra Inglaterra, y mis únicos colegas eran de padre escocés, por lo que iban con los británicos, así que en mi casa animando a España y en minoría, no sé cuantos estarían en mi situación pero, cuando palmamos en los penaltis, tenía a dos proyectos de hooligans dando saltos alrededor, poseídos, con los ojos inyectados en sangre, cantando en un perfecto inglés, y mis lágrimas de nuevo, aquellas lágrimas que acompañaban a esas derrotas.

Al ir creciendo los nervios irracionales se relativizan, pero se madruga igual. El día de Korea, la cafetera tempranera en sábado anunciaba cita importante, la cuidad se despertaba forzada, a la espera de una fantasía histórica, ¡podíamos pasar a semifinales de un Mundial!, no ocurrió, eran las 10 de la mañana de un Junio avanzado y caluroso en plenos exámenes y nos habían vuelto a joder, 100 páginas de Investigación Social Cuantitativa por delante.

No es habitual que nos indignemos o nos alegremos todos juntos en este país, quizá únicamente el fútbol sea capaz de generar ese consenso arrollador, aunque sólo sea por eso, está cerca de ser una estupidez maravillosa.


Tejada F.

martes, 25 de mayo de 2010

La última noche. El desenlace

Se paró un instante y rápidamente abrió la puerta se coló en el cuarto consiguió echar el cerrojo a la vez gritando desquiciada ¡¡Rocío!! sin que el malhechor tuviera tiempo de moverse. Un instante. Y Ana volvió a salir del cuarto más súbitamente de como había entrado, espantada, esta vez llorando y con el terror dibujado en su rostro se arrojó contra el cuerpo de su enemigo golpeándole con los brazos sin apenas fuerzas. El joven la abrazó fuertemente y Ana dejó de moverse y se rompió en dolor e impotencia al notar el frío acero del revolver apretando en su espalda. Ana se tragó su llanto pero no dejaron de brotar lágrimas de sus ojos. Él le preguntó:

- ¿vamos ya?

Ana asintió llorando, y se dirigieron a su dormitorio; ahora sí. Una vez dentro de la habitación ella se quedó plantada en el centro. El joven cerró la puerta y se paró un momento a contemplar la desmesurada belleza de la chica. Le ordenó que se quitara la ropa. Su cara no tenía nombre. El espanto en la expresión de sus ojos atemorizados, la palidez de su tez, los labios más rojos que nunca y el pelo mojado chorreando sobre sus hombros desnudos hacían de Ana la criatura más preciosa del universo en ese instante, todo ello ante la mirada del ser más indigno de ella.

A la izquierda del joven una estantería sobre la que dejó el revolver. A la izquierda de Ana la cama sobre la que se iba a cometer la aberración no sin que antes hiciera un último esfuerzo por salir de ahí. Mientras el joven se quitaba la camisa negra en el momento en que la dejaba caer al suelo por detrás de él, Ana agarró un cenicero de la mesa que estaba detrás de ella y se abalanzó sobre él, que de un rotundo revés se la quitó de encima. Cayó sobre la cama con la nariz sangrando y la bestia enfurecida se arrojó sobre ella golpeándola al tiempo que le arrancaba la ropa que ella no se había quitado. Ana estalló de nuevo en un mar de lágrimas y deseando morir en ese instante se rindió. Cerró los ojos y abrió las piernas y como estaba muerta no sintió nada hasta que el animal se separó de ella y resucitó y se encontró violado su cuerpo sólo comparable a la Alemania de mediados del siglo pasado.

No abrió los ojos hasta que le sintió marcharse, la puerta se cerró y dejó de sentir ese miedo sobrecogedor para pasar a sentir una inmunda pena que inundaba su cuerpo.
Se quedó inmóvil sobre la cama, entreabiertos sus ojos llorosos, hasta que éstos se abrieron de par en par y entonces súbitamente se puso lo primero que encontró a mano que fue su hermoso pijama de raso y echó a correr como si en un momento de la persecución la gacela enrrabiscada se diera la vuelta y persiguiera al guepardo con los dientes enclavijados y los ojos rojos. Le divisó en la esquina de Fray Leopoldo y le alcanzó en los Jardines del Triunfo. Él se dio la vuelta al escuchar los pasos y allí le hizo tragar esa sonrisa pretenciosa y su detestable cara de satisfacción junto a varios tiros en el estómago y un último disparo a la altura de la cabeza.

Ya en el suelo yerto y con la mirada perdiéndose en el grisáceo cielo nublado, Ana le devolvió su revolver y regresó a casa cabibaja mezclando sus lágrimas con gotas de lluvia.

La última noche II

En otra ocasión Ana habría considerado la proposición del joven. Sabía perfectamente lo que quería y no era la primera vez que se tiraba a alguien apenas conocido. Realmente aquel chico era distinto a todo lo que hasta entonces le había resultado atractivo, entrecruce de inocencia infantil y malintencionados excesos, paradoja cual la dejadez de su estilo cuidado. Pero el tiempo corría en su contra, ya apenas le quedaban seis horas para descansar antes de su examen. Además esa prepotencia en sus palabras tampoco le hizo ganar puntos.

- ¡que nos vamos a joder a tu casa! - exclamó el joven desmesuradamente.
- creo que has perdido los papeles - Ana comenzaba a desconcertarse.
- Aún no pero creo que me los vas a hacer perder. Por favor levántate ya y vámonos o te reviento el estómago a tiros.

Efectivamente Ana miró por debajo de la mesa y el joven sostenía un revólver apuntando directamente a su ombligo. Cuando levantó la cabeza Ana no parecía la misma, parecía llevar dos días allí sentada sin comer ni dormir, helada de frío y casi sin poder respirar el primer hilo de aire que notó en su pecho inflamado lo aprovechó para intentar gritar. Gritó a su derecha para intentar despertar al estudiante, gritó a todos lados estremecedoramente y dejó de gritar justo cuando el joven comenzó a hablar:

- No grites. Están enfadados contigo. No te quieren escuchar y tienen motivos, o los tenían; los he matado a todos y tú no los has escuchado - dijo pausadamente. Un poco más deprisa y de una forma más directa dijo dando un tremendo golpe con el revolver sobre la mesa:
- ¡ahora vámonos de una puta vez!

Ana no llegaba a comprender lo dicho. Miró a su derecha y apreció un notable charco de sangre bajo la silla del estudiante que hasta ese momento ella creía dormido. Aterrada se levantó de su sitio y miró a su alrededor e inexplicablemente todos los allí presentes estábanlo tan sólo en cuerpo; sus almas se habían marchado sin hacer ruido alguno.
El chico se levantó.

- recoge tus cosas - le dijo - si las necesitas.

Así lo hizo Ana y mientras lo hacía pensó echar a correr pero inexplicablemente, como en el argumento de sus peores pesadillas, no podía acelerar, no supo hacerlo así que comenzó a caminar lentamente por aquel ingente pasillo de mármol blanco y lunares púrpura y él seguía sus pasos. A la salida nadie le pidió indentificarse. Los guardias de seguridad ya no atendían esos asuntos. Estaban muertos como los demás, sobre sus sillas sentados, la cabeza vacía sobre la mesa y los pies empapados en sangre.

Ana conmocionada se iba poniendo su abrigo. La noche oscura contemplaba impasible aquel camino al Calvario en los ojos de ella proyectado. Realmente el miedo no dejaba pensar a Ana pero creo que caminaba despacio con la esperanza de cruzarse con un coche al que se habría arrojado con gusto o simplemente no tenía prisa por llegar al desenlace de aquella miserable noche. Ancha de Capuchinos sin embargo estaba desierta por completo. Sólo un gato que rebuscaba en la húmeda basura fue testigo de la escena.

Llegaron a la puerta y a Ana le costó abrirla. Unas cuantas escaleras y estaban dentro. El joven se ofreció a quitarle el abrigo y lo hizo sin mediar palabra entre ellos. El espanto que produjo en ella el estar tan cerca de él, la idea de unirse involuntaria a ese maldito cabrón le produjo escalofríos y le hizo tener la idea más absurda, la decisión menos acertada: llevarle engañado hasta la habitación de Rocío, su compañera, con la esperanza de que ella le ayudara aún a costa de arriesgar sus vidas. Una vez ante la puerta del dormitorio de Rocío, ella se detuvo y él se paró justo detrás.

- es mi cuarto - murmuró Ana
- adelante - dijo él


continuará

lunes, 24 de mayo de 2010

La última noche

Por fin llegó la última noche. Al día siguiente Ana tenía su último examen del 2000; no estaba nerviosa, había estudiado bien, llevaba siete días preparándose y tenía certeza de que mañana haría un buen examen y después quizás saldría por última vez en Granada antes de marcharse a su pueblo a pasar las Navidades en familia.

Como todas las noches de aquella interminable semana, Ana llegó a la Biblioteca después de haber cenado sobre las once de la noche, se identificó en la entrada y se sentó como siempre en una mesa al final de la sala, por supuesto mirando a la pared para evitar distracciones a las que ella era proclive. Faltaban unos días para las vacaciones así que el ambiente en la Biblioteca era el más propenso al estudio ya que la inmensa mayoría de los estudiantes ya disfrutaban de las vacaciones. Necesitó quince minutos para concentrarse pues hacía una noche de perros y se oía al viento enfurecido resoplar alrededor del ingente edificio. Ana salió a fumar su primer cigarrillo a la una, y a las dos, con el trabajo por hacer casi mediado, volvió a salir. Se fumó su pitillo en el porche de la puerta confundiendo en su soplar el vaho del frío con el humo del cigarro. Pensaba en su padre. Si hacía ese tiempo en su pueblo, su padre mañana no saldría al campo a trabajar y se quedaría tendido en la cama las primeras horas del sol abrazado a su madre hasta que ella se levantara y le preparara el almuerzo.

Cuando entró ya sólo quedaban unas diez o doce personas. El estudiante más cercano a su sitio estaba sentado unas mesas a su derecha y mientras ella regresaba a su asiento él la miraba atentamente. El joven era encantador y a ella le gustó esa forma descarada de mirarla como si no existiera otra cosa en el mundo en ese instante más que ella; pero no podía pensar eso ahora, Ana se enamoraba demasiadas veces todos los días así que no había lugar para pájaros en su cabeza ahora. Volvió a su sitio y siguió estudiando.

Los marcados pasos del guardia de seguridad le distrajeron y había pasado ya casi una hora del último descanso. El guardia solía dar una vuelta por todas las mesas cada cierto tiempo. Unas visitas escandalosas debido a sus botas que Ana no llegaba a comprender pues a esas horas de la noche ya nadie se dedica a pintar en las mesas y aquel ruido le resultaba desagradable al oído e incompatible al estudio. El segurata se marchó y Ana pudo volver a concentrarse y sumergirse de nuevo en su tarea. No pudo hacer lo mismo el joven de al lado que se había quedado dormido.

Acababa de volver a imbuirse en sus apuntes cuando algo la volvió a distraer. Un joven, más guapo si cabe que el anterior, se sentó justo frente a ella. Se miraron un instante, ella volvió a lo suyo y él siguió mirándola.

Pensó en cambiarse de sitio para poder seguir centrada en su estudio pero notó que el chico no llevaba apuntes ni libros ni nada por el estilo así que supuso que se marcharía pronto y no se movió. Además a ella tampoco le quedaba ya demasiado trabajo. De nuevo algo la distrajo; esta vez fue la pierna del atractivo desconocido por debajo de la mesa. Ella levantó la mirada y el muchacho dijo:

- ¿te queda mucho?
- ¿perdón?
- ¿te queda mucho? - repitió él
- ¿te importa mucho? - replicó ella
- oye, no seas grosera conmigo. Será mejor que nos llevemos bien. Había pensado que cuando acabes podíamos ir a tu casa y, bueno... ya sabes... ¿no?
- ¿qué sé? - preguntó Ana con desdén.

continuará

TARZANITOS. FIRST EDITION.

TARZANITOS. THE BEST OF.

Recopilando entre tanta caca, siempre se puede rescatar algo interesante.
Como en la vida misma aquí ha habido bueno, malo, regular y cosas opinables, debate. Metacaca, intracaca, undercaca y demás.
Me permito el lujo a modo de editor circunstancial extraer unas líneas para regocijo colectivo, para ver que aunque obviamente todo no ha podido ser bueno, existen muchos motivos, incluídos literarios y personales, por lo que esta mierda por momentos ha rozado la perfección.
Única y exclusivamente a mi criterio extraigo aquéllos tarzanitos, que a servidor va a ser más difícil olvidar.
Pero como ya sabéis de qué pie cojeo, sigo pensando que lo mejor que se ha hecho jamás en el caca es el enlace al “Van a llover hostias...” Jajajaja.
Quería dejar claro que en el 99% de la veces no he estado de acuerdo ni estaré de acuerdo con la edición tanto por parte del Fundador-editor, como por parte del Co-Editor, pero intuyo que tiene que ser difícil contentar a todo el mundo, que además guste y no hacer ésto aburrido. Supongo que esta discrepancia no es más que la ignorancia de aquél que jamás intentaría por sí mismo mantener un blog de este calibraje.
Y a modo de despedida os dejo una reflexión,

A Miguel Hernández lo encarcelaron,
A Lorca lo fusilaron,
Luis Cernuda tuvo que exiliarse.
Para callar la boca del Socio sólo ha hecho falta que su chica se lleve el ordenador.
¡Yo maldigo a las nuevas tecnologías!

ÚNICO RESPONSABLE

Echarle la culpa a los demás
A los que no nos quieren
Echarle la culpa a aquella chica que nos despreció
Que nos hizo ver nítidamente
Lo poco que valíamos
Echar la culpa de esta manera
Digo,
Sería como echarle la culpa a miles de años de historia
Echarle la culpa a millones de generaciones
Culpar a 87654420349725054833736252 elevado a 24
De células vitales
Sería culpar a la naturaleza inconsciente
Culpar
A lo desconocido
Culpar a la nada
A su sustancia
Culpar a algo que no sabe que es amar
Como nosotros
Que creemos saber de tantas cosas.

TRANQUILIDAD, CON MUCHA TRANQUILIDAD

“mi mano se desflora
y el odio
rueda por el suelo.”

LA SEMILLA

Pero si no se rompe,
si la semilla no se vence, y se abre,
nunca sabremos a qué sabe.

[...]

Es un ejemplo de valentía y honestidad,
de sacrificio y esfuerzo.


(---) (SIN TÍTULO DEFINIDO)

“aunque el bajón sea un poco duro, siempre puedes hacerte otro porro.
- Vestirte lo más sexy posible,
a ver si esta noche pillas.”

AUTÓMATA

Que para eliminar el regusto de una nuez podrida,
hacen falta por lo menos dos litros de agua.

C15

“le pregunté el primer día por Taxi Driver para romper el hielo y no la conoce, se la he grabado.”

Y ESTUVE SOLA

“Con un cigarro en la mano esperando siempre muy digna el puto cáncer de pulmón,”

DAME PAN Y DIME TONTO

Fdo.: Otro más de la generación maldita de la historia.

UNA MAÑANA

“Sonó el teléfono. Era Clara, mi chica. Que qué estaba haciendo. Leyendo en la Plaza Trinidad, tomando el Sol. Que volviese cuando quisiera. No tenía ninguna prisa, la verdad. Quería decirle que hacía un día estupendo, que nos fuésemos a beber vino. Pero un lunes, en fin. Seguí leyendo...”

anarkas, punkis-perros, y perriflaúticos...

Puedes ser kinky o kany, punki o funki, puedes ser latin king y estar en la cima, la cima de una inmensa pelota de caca que rueda, y que mancha.

NOCHES DE MADRID

“Estar aquí, sin estar…”

COSAS QUE ME GUSTAN DE MI HERMANO...

“Me gusta cuando dice que el inventor del Tiramisú fue él”

EN LA TUMBA DE MACHADO. COLLIURE

Tan cerca….., con los pies hundidos sobre tus huesos….
Todo en mí se hizo aspereza

ALGO DE TEATRO

“Pues si, no me preocupa nada. ¿Y qué? Me importa una mierda el hambre en el mundo, las guerras, las injusticias y tu mundo interior atormentado. Hoy solo me importa respirar. Mirar por la ventana y estar tranquila. Dime qué motivo hay para estar risueño y ausente. Estamos vivos. Tú estás vivo. El microondas no.”

LO DE SIEMPRE

“y disimulando todo lo posible mi cara de polla fimosa le dije que era posible que no hubiese terminado aún. ¡Ah!, eso dijo ella ya con la vista puesta en los posibles músicos, sonrió.”
-Buenas noches, somos los “Pantanosos”, y vinimos a tocar un poquito de blues”

GUIÑOS

“y de pasta con tomate y pasta con aceite y pasta con atún y pasta a secas y más pasta, y pasta que sobra para la cena, viva la pasta! Forza Italia!”

HAY DÍAS BUENOS Y DÍAS MALOS
Y ha perdido mi equipo, pero ¡qué coño! He visto ganar a mi queridísimo Eto´o, y ha merecido la pena.

NOSTALGICAS

Tal vez, yo sea un tipo raro, que puede ser. De lo que jamás se me podrá tachar es de insensible.

ROBUSTIANA RETURNS

...y entonces, un pensamiento, más que un pensamiento, un anhelo, un deseo profundo y contenido ha cruzado mi mente como un relámpago en una oscura noche de tormenta y he pedido:
"Virgencita mía, si me quieres como yo te quiero, y sé que Tú me quieres mucho más, devuélvenos a Robustiana"

ÉL Y ELLA

Heredé su transistor y su afición incondicional a la radio y las tostadas.


AQUÉL DÍA

Uno de ellos incluso se permitió la libertad de practicarle una felación verbal a mi chupa de cuero, eso me irritó en demasía. No sé por qué pero ya no me gustaba estar allí, sentado, viendo a esa pandilla de subnormales transitar de un lado a otro.
[...]
-Me gustaría, pero no.
-¿Y se puede saber porqué?
Me vaciló.
-Porque no te servirá de nada. -dije-
Acto seguido saqué mi Magnun 49 y de un disparo le volé los putos sesos. Había llegado el momento. Todo cambió en una décima de segundo. La gente y sus jodidas caras deformes gritaban con los ojos clavados en ese jovencito idiota, que acababa de perder el equilibrio, para siempre.

DE LA DISPUTA QUE TUVE CON UN PAR DE AVISPAS.
Apoyé ambos codos sobre la mesa y me cubrí la cara. Voy a contar un secreto, creo que estuve a punto de romper a llorar.

SU REPOSO

Atmósfera del último golpe,
Atmósfera de ese último sonido,
[...]
Y todo por amor. Por amor a ella, quien le quitó la vida.

ESPAÑA. INTOLERANCIA. DISTOPÍA.

Y ni una gota de agua más saldrá del Tajo para el Segura.

EL PRADO

Figuritas de porcelana
que nunca volverán a ser admiradas,
lamentando su estado de admirable conservación.

PUBLICADO POR:
Eunelio García.
Master en Panmierdología por la Universidad de la Zurraspa.

domingo, 23 de mayo de 2010

AVISO A LOS MIEMBROS DE CACAGÉNESIS (III)

A partir de mañana el CACA está en manos de Tower. Hasta el domingo de la semana que viene aprox. Mandadle a él los textos a su e-mail. antonio_1983_@hotmail.com. Aunque de todas formas, cabrones, no os prodigais mucho de últimas. Menos mal que mi co-editor está al quite. Supongo que estaréis estudiando, buscando curro en el periodico, o qué sé yo... en último caso "boicoteando el Caca". Ya lo dijo Tower, Caca is Dead.

Pero yo digo: "No penséis lo que el Caca puede hacer vosotros, sino lo que vosotros podéis hacer por el Caca"

Escribid algo ya, cojones



AQUÍ MISMO

Pido un café.
En la barra. Sobre ella,
un sobre de azúcar abierto
de esos en los que se inserta
una leyenda célebre:
“Vivimos en un mundo donde nos escondemos
para hacer el amor, pero la violencia
se practica a plena luz del día.”

En esto, la camarera coge el papel
y lo rompe ante mis narices.

Según Lennon, aquí mismo se lo podría hacer.

-Africano-

sábado, 22 de mayo de 2010

eco nomos


los griegos llamaron oikos a las cuatro paredes dentro de las cuales discurrían sus vidas,
y nomos, a las leyes que habían de regir su administración,
de donde tenemos que la palabra economía viene a significar "normas de administración de la casa" lo cual me lleva a pensar que quizás las claves para superar esta CRISIS (con mayúsculas porque estoy hasta el pijo de oír hablar de ella) las tengan las madres.

Estaba pensando tener una charla con mi madre y preguntarle qué haría ella si fuera Vicepresidenta del Gobierno; por supuesto que no se gastaría dinerales en esos horrendos trajes horteras y dañinos para la vista.
El verano pasado se casó mi prima. Mi hermano mayor fue con su traje de novio, después de hacerle un apaño, Miguel heredó uno de Diego, y Manuel el que yo llevé a la boda de mi hermano. A mí me compro uno nuevo porque no entraba en el viejo (esa vez tuve suerte; por cierto, máxima elegancia), y ahora voy a lo que iba, ella se hizo su vestido con sus propias manos, igual que nos ha hecho abrigos, camisas, dulces, morcillas o incluso detergente, con tal de ahorrar unos duros (porque los duros se ahorraban, los euros se volatilizan si no los estás mirando). Lo que quiero decir en definitiva es que mi madre mira por el último céntimo que gasta y no lo gasta si no hace falta.

Es una lástima que no pueda ocupar un importante cargo de estado, porque sería mucho más sencillo atender a los comunicados del gobierno. más sencillo y más agradable que ver al jodido fredy kruger disfrazado de Prada, o a Manolo Cabeza Bolo cuya inmensa frente acapara toda la pantalla. en cualquier caso es imposible porque mi madre se negaría en rotundo a trabajar con el presidente. Dice que tiene ojos de loco y creo que está en lo cierto.

Tendría que formar su propio equipo de gobierno, y ahí es donde entraríamos nosotros...

entonces todo sería distinto.

viernes, 21 de mayo de 2010

Camping



-Tejada F.-

Me acuerdo de un alemán panzudo y gruñón, con una inmensa caravana, vecino de parcela, que roncaba como si no hubiera Dios. Estuve meses escuchando ese terremoto en mi cabeza. Con 14 años, escuché a una pareja de ingleses –creo- follar gracias a la poca resistencia que ejercen las tiendas. Con esa edad y siendo un morchón pajillero, no perdí detalle. Recuerdo entrar en los servicios a la llegada –es lo primero que hacía de chaval- y descubrir que eran unisex. Que grande, eso era lo máximo, mis duchas se alargaban hasta quedar arrugado. Intentaba asomarme por las ranuras para ver a las guiris desnudas. Me jugaba el cuello literalmente para intentar cazar el pezón de una sueca imponente, no me enamoraba de ella, solo quería tirármela. Mi estrategia era rudimentaria pero implacable, primero localizaba su posición, una vez lo sabía, solo tenía que estar atento a que dijera de ducharse. Como era morchón pero no tonto, descubrí que estaba con sus padres, así que no podía acostarse tarde, por lo que aplicando una sencilla ecuación Coronel Tapioca-Quechua, debía levantarse y por tanto ducharse pronto, el rollo europeo, ya sabéis. Así que ahí estaba yo, a las 7 y media de la mañana haciendo guardia, con mi bolsa de aseo bajo el brazo y mi toalla del gran Oso Yogui, esperando que esa sueca entrara en los baños. Pero claro, la estrategia nunca salía bien, algo fallaba en el último instante y acababa frotándome las pelotas al lado de un escocés resacoso, cantando una balada de Tom Jones. Al menos no de era Celine Dion..
Pero eso es la vida de Camping, montarte historias rocambolescas, hacerte ilusiones sin fundamento, oler a barbacoa y poker nocturno. Desde entonces esa droga entró en mis venas y todavía hoy me acompaña, tal vez en la continua búsqueda de suecas de pantalón apretado, alemanes con serios problemas respiratorios y escoceses que agotan el whisky del market cada noche.

Anexo.

Este pequeño texto es una manera de deciros:

Tengo varias tiendas de campaña de varios tipos y tamaños.

Tengo mesas, sillas y plancha para asar etc.

Tengo coche (que le quito a nuestra colaboradora Mariro)

Conozco en playa y montaña según convenga

Así que…

básicamente hace falta la panceta y el Whisky…

jueves, 20 de mayo de 2010

AÚN MÁS

-Veterano-

Arriba, el sollozo ahogado frente
a la hilaridad de un gesto hipócrita.

Abajo, el terreno embarrado con hojas caducas,
apocadas las intenciones,
manzanas con gusanos,
gusanos en los peces,
veces de suicidio,
suicidios finales en sogas de mimbre,
la erección más erecta,
las ganas de verte,
escotes, billetes, coca,
esa hoguera de la muerte.

El tiempo se agota,
La gota se escurre,
Tras los cristales, el rastro permanece.

Arriba, la viga que sostiene el peso de la vida.
Abajo, descalzo, tropiezo hasta romperme los huevos.

miércoles, 19 de mayo de 2010

DRAGONES Y QUERUBINES

-Rubén Casado-

-Es curioso, de veras. Si, definitivamente no le encuentro lógica.
- ¿De qué se trata?
- Es decir…, está bien, vale. Se trata de lo siguiente: Ese momento fastidioso del despertar, ¿sabes? ¿Comprendes lo que te digo? Bien. El momento que transcurre desde la pérdida del sueño hasta el aterrizaje a la realidad. A veces, no sé, es una sensación tan desagradable…
- Oh si, si. Sé de lo que me hablas. Claro, es extraño, cierto.
- Bien, pero voy más allá. La cosa es la siguiente, fíjate. La cosa está en que yo, al menos, es mi manera de verlo. La cosa está en que tengo una fuerte sensación de que el sueño irreal del que estoy despertando es más real que aquello otro que me espera, es decir, lo puedo jurar y perjurar, es increíble. Incluso si he soñado que estoy rodeado de dragones y querubines, pienso, mejor dicho, siento que esos seres extraños son tan normales que cuando de pronto soy consciente de que estoy tumbado en mi cama con una espantosa baba cayéndome de los labios, no me lo puedo creer…
- Si, si. Te comprendo amigo, yo…
-¡Espera! Está bien. Joder, esa imagen. Esa imagen. Yo, babeando, con los ojos hinchados, las sábanas revueltas y ese sonido de fondo, el tráfico, los pajarracos y esas cosas, la cisterna del váter. Es decir, ¡mierda! ¿Qué piensas de todo esto?
- Es más terrible que ver dragones.
- Eso mismo pienso yo. ¿Qué es lo real? ¿Ese despertar terrorífico en la pesadilla? Sin lugar a dudas. Sin lugar a dudas, no puede ser eso la realidad.
- Si, chico, lo veo. Lo veo cada día. Cada día en el currelo. Me dirijo al Centro Comercial, una luz agradable y una brisa marina me circundan, ¿de acuerdo? Está bien, entonces, de pronto. Entonces, te digo, se abren las compuertas. Y allí está. No sé lo que es, amigo. Dios, Satanás, Martin Luther King,… dios sabe qué. Pero huelo y al mismo tiempo soy incapaz de oler, de percibir a que huelen esas personas, ese espacio. No sé, me gustaría explicarte exactamente de qué manera se me encoje el corazón al entrar en aquel lugar terrorífico…
- Te comprendo. No sabes hasta qué punto. Es un aire viciado, si. Parece como si todos los que por allí merodean se hubiesen meado por todas las paredes y sin embargo, ¡ahí están! Limpios y relucientes. Como muñequitos recién estrenados. Sin embargo, ¡qué horror! Sin embargo, no se puede adivinar de donde viene aquel olor pegajoso que se mete por todos los orificios del cuerpo.
- Exacto, si. A eso me refiero. Entro y cruzo el pasillo que lleva hasta mi puesto, ¿de acuerdo? Y de repente la vista se me nubla, la voz me cambia, se me reseca la garganta debido al potente aire acondicionado. Y seguidamente, como en una pesadilla doblemente terrorífica por su cruda realidad, comienzan a aparecer seres de otros mundos, perdidos, preguntando por cosas, exigiéndote cosas que te es imposible darles, recibiendo desprecios sin merecerlos. Y te dan ganas de despertar, donde sea, rodeado de dragones, demonios, insectos gigantes, es igual donde… en el mismísimo infierno de Dante. Allí si que se estaría bien. Paseando círculos abajo, charlando con Virgilio, un placer, una delicia. Y no este infierno enmascarado. No esta invitación al suicidio. Es para volverse loco…
- No me lo podrías haber explicado mejor, hermano mío. Por eso, por eso puedo hablar contigo. ¿Me entiendes? Tú alma, la mía. Las dos juntas. Otra alma. Y de nuevo es posible respirar. Darse cuenta de que uno no está del todo loco. También a otros les pasa. Es alentador que ocurra algo así. Sino, ¿cómo seriamos capaces de soportarlo? La única prueba de que esto es real y no es un sueño es que somos muchos los que estamos jodidos. Pero, ¿por qué no se dice? Por qué no nos reunimos, nosotros, desamparados, unas cervezas y a hablar, a hablar de esta putada inmerecida. Pero no. Preferimos hablar del partido de ayer, del programa de anoche, del último día de trabajo, del día anterior a nuestra cercana muerte. Es desolador, tú lo sabes. Yo lo sé. ¡Oh Dios!
- ¿Queda whisky?
- Si, espera. ¡Si! ¡Traigo otra botella! Descuida. No te marches…
- No, no me marcharé. Pero, ¿qué es eso, tío? ¿Qué son esas alas? ¿Por qué no tienes nada en la entrepierna?
- Maldita sea, ¡soy un querubín!
- ¿Qué puñetas es todo esto?

martes, 18 de mayo de 2010

Fragmentos

“Hay un rival débil por cada una de las dosis tomadas.
Una venganza esquelética de huesos rotos
en la madriguera de cada intento baldío”


“La fe sólo podrá ser quebrantada en su propia creencia”


“El descaro, ese estado de eternidad, se vuelve moralista con los años.
Una ética madurez que justifica la falta de su propia naturaleza
en la refutación del irremediable paso del tiempo”


-Veterano-

lunes, 17 de mayo de 2010

A MI AMIGO TEJADA QUE ESCRIBIÓ SOBRE EL GOBIERNO MUNDIAL.

-Toni Tower Baobab-

Teji, estoy de acuerdo en la construcción formal y la documentación de tu texto periodístico, pero voy a intentar rebatir y mostrarte como estás muy equivocado, es imposible que exista un gobierno mundial a la sombra. Sólo si nos empeñamos en seguir equivocados.

La primera idea que te lanzo es la siguiente:

-El dinero es una invención de los poderosos para continuar con la ilusión capitalista.

Desde pequeñito he venido comprobando como al entrar a una tienda podía adquirir bienes entregando a cambio monedas y billetes, mi padre me explicó un día que esa moneda estaba respaldada por la riqueza del país, por los coches que él hacía, por el piso que teníamos etc... Hasta ahí bien...
Curiosamente de forma paralela me di cuenta del carácter ciclíco de los juegos infantiles, a saber las temporadas de canicas, peonzas, balón etc se precedían o se seguían en el espacio así ad infinitum.
Ésto era así y como persona que lo anota todo mentalmente yo les llamaba Épocas. Pero teniendo 16 años me di cuenta de una cosa: por aquél entonces comenzó una época hasta entonces inusitada, las de las pistolas de bolas. De pronto esas pequeñas bolitas eran el centro de la vida en el barrio, yo mismo una vez me presté a ser acribillado por un colega para recogerlas, quería tener más y más, muchas, botes enteros eran objeto de deseo, de trueque y de pura y dura especulación, pero de pronto, plaf, creo que empezamos con las chapas...
Entonces me pregunté: ¿Por qué?
Hay una cosa clara, cada persona vino al mundo con un propósito, el mío es explicar algunos porqués. Años después en Granada se me puso en el camino correcto, pero bien es cierto que ningún libro nunca me dió la solución adecuada.
De todas las formas de explicar porque las cosas valen, seguramente se te explique que dos factores influyen en la formación del precio, una es la utilidad y otra es la escasez, con estos dos baremos se conforma el precio, por ejemplo cuando vas a un supermercado a comprar un litro de aceite.
A mí, que siempre me sedujo el lado oscuro del aprendizaje nunca me convenció mucho esta idea y siempre he defendido la teoría de valor trabajo de Marx. Las cosas valen lo que valen porque en las sucesivas fases del proceso productivo se ha ido incorporando trabajo. Si para fabricar un coche hacen falta dos personas y una máquina... Ojo, para fabricar esa máquina hicieron falta diez personas y un apero... ¿ese apero? Tira del hilo, lo primero que produjo valor tuvo que ser el sudor corriente y moliente de un ser humano como tú y como yo.
Bien, tenemos que servidor se queda con la teoría de valor trabajo, entonces, ¿qué es el capital? Es simple, el capital es la acumulación de bienes no consumidos que permiten producir en ulteriores procesos productivos. Pues bien, como siempre en esto de la Economía, retrotraigámonos a la sociedad ideal en que tan sólo había dos productores, está bien claro que un primer productor, consiguió ahorrar parte de la cosecha, con la que al año siguiente compró el tiempo del segundo. No olvides, estoy hablando de una sociedad ideal, acumular en una economía de subsistencia no tiene mucho sentido, aún así aceptamos que hay gente que empezó trabajando más que los demás para acumular bienes, capital.

Te repito ahora la primera idea:

-El dinero es una invención de los poderosos para continuar con la ilusión capitalista.

Volvamos al tema de la creación del dinero; en esta economía primigenia se producían desfases, a saber, cuando tu recogías el trigo perfectamente podía haber en tu aldea escasez de huevos, si tú querías huevos, o bien esperabas, o renunciabas a ellos. Entonces los propietarios de las gallinas se dieron cuenta de una cosa, podían estampar su firma en papeles del tipo, “vale por una docena de huevos” y de está forma disfrutar de pan tierno antes de que sus gallinas fueran los suficientemente maduras para la puesta. Entonces en esta sociedad ideal se empezaron a intercambiar vales, con el vale de las gallinas podías comprar unos zapatos nuevos, si al zapatero le gustaban suficientemente las tortillas como a todo buen hijo de vecino.
Así surgió el dinero. Entonces posiblemente surgió la primera práctica capitalista, la acumulación de vales en un cajón convenientemente custodiado, como ves, de aquí a la escasez de bienes provocada a voluntad sólo hay un paso. Pero entonces faltaba la guinda para redondear un pastel excelente. Había gente dispuesta a custodiar esos vales, para alejarlos de los ladrones, tenerlos contabilizados, y dicho sea de paso especular con ellos. ¿Te suena? Estoy hablando de la banca.
Al mismo tiempo un problema surgía en la sociedad, las invasiones de los bárbaros, las invasiones de los indios americanos, los problemas derivados de los terroristas islamicos jejeje. ¿Esto tambien te suena verdad? La segunda guinda de este pastel es el miedo. El soberano forzado por la continua sangría económica producida por sus guerras absurdas advirtió una cosa que le salvaría una vez tras otra. Si se quedaba con el monopolio de la fabricación de esos vales podía imprimir unos poquitos más para su propio uso personal. Y surgió la acuñación de moneda. Recuerda que cada vale de estos representaba una docena de huevos, un kilo de trigo, etc... ¿Entonces?
Genial, había nacido la inflación, el impuesto más injusto de todos los que en el mundo han sido. Paralelamente potenciar la banca, la deuda y el déficit público era la piedra angular de todo el cotarro para tenerlo todo bien atado, un círculo del que no se puede salir, a no ser que los ciudadanos renuncien a parte de su salario de una forma importante para pagar la deuda contraída con la banca (de forma drástica y traumática, impensable en un año por ejemplo, recordad que la deuda de muchos países es superior por ejemplo a su PIB). ¿Pero a qué banquero le interesa quedarse sin deudores? Ellos por el dinero que no existe te están cobrando un interés a tí o a tu país, que te quita parte de tu capacidad de consumo vía impuestos, hipotecas o simplemente inflación. Te suben el sueldo, a conformidad con la inflación, con lo que te da para seguir pagando intereses y con el resto vivir.
Entonces el sistema capitalista en ciernes se desarrolla y todo es maravilloso, pero existe un problema, ¿cómo perpetuarse en el tiempo?
Pues muy sencillo, creando la ilusión de que el dinero está respaldado por las grandilocuentes democracias, de bajo riesgo crediticio, con economías altamente productivas, calificadas por agencias de rating comandadas por gente impecablemente vestidas de corbata. Mientras están imprimiendo dinero que luego te prestarán con interés en el portón trasero del más sucio de los garitos.
El ansía por tener más dinero, dinero que no existe si no es en una anotación bancaria respaldada por la más absoluta nada, ¿os suena cuando ponen en la cartilla x miles de euros porque os dan un préstamo, o cuando se habla de rescatar a un país a crédito? ¿Quién ha trabajado para generar esos x miles? Todo esto es lo que está justificando a esta gente. No des ningún valor al dinero, pues no lo tiene en absoluto, es todo mentira. Es una gran mentira inventada para perpetuar el control sobre los bienes, los medios de produción y sobretodo sobre vuestra fuerza laboral.
El dinero no tiene valores, ni corazón, ni piensa en los demás. ¿Te suenan de algo las guerras en los países pobres pero ricos en recursos, te suenan de algo las ganas de que suban las materias primas, te suena de algo Tejada? Sé que sí. ¿Quién fija el precio de la gasolina? El mercado libre y la libre competencia dirá un academicista. No, eso no es así. Lo siento, el dinero es una ilusión, sólo existe la fuerza de tus manos, eso es real, lo demás dudosamente lo será. El dogma dice, acumular dinero, tener más, comprar más bienes, consumir. Mi dogma dice, vive con aquéllo que necesitas o te quedarás con algunos botes de bolas en tu armario, mientras ahí fuera se juega a las chapas...

Para despedirme te diré que lo único que aprendí en todos mis años estudiante de Economía en Granada fue la validez de este refrán. Irrebatible. Y mereció la pena.

“Es costumbre entre los necios, confundir valor y precio”.

Portadora de Ilusiones

Alquilo, vendo y regalo ilusiones…
Alquilo ilusiones cuando tomo prestadas las de los demás
Las vendo cuando las fabrico para alguien que no las tiene para su goce personal,
Siempre, a cambio de alguna que otra ilusión en alquiler con opción a compra en mi favor cuando yo no tengo las mías propias
Las regalo…a quien quiero, porque le quiero, al fin y al cabo es lo que mejor hago de manera profesional.
Así pues, ilusionarme se me da genial
Desilusionarme, no tanto.


-Mónika-

domingo, 16 de mayo de 2010

LA BIRRA




Todo ocurre unos días antes de las bodas de oro de mis abuelos. El nerviosismo nos invadía a todos.

Jueves.
14:00 h. Llego a la casería una hora antes de lo previsto, me he saltado clase, no aguantaba más...

Entro a la casa, busco a la gente, no hay nadie, solo mi abuela haciendo la comida. Entro en mi cuarto, oigo por el pasillo unas zapatillas arrastrando por el suelo, era Teji, venía a contarme los nuevos comentarios del Caca, mientras entablamos una conversación sobre el texto de Clara, nos dirigimos a coger una coca-cola y una birrita.

14:09 h. Teji me empieza a insistir sobre que tengo que escribir mas en el caca, le digo que no tengo ningún tema, pero en el momento mas inesperado…ocurre…
Oigo una voz grave decir “Aaaaah” me giro, y ahí lo veo, agachado, con el culo empompa mientras una lata de cerveza da vueltas por el suelo, soltando un montón de espuma.
Su cara era de nerviosismo, terror, pánico, desesperación…

14:13 h. Mientras se pone un poco en orden el desastre armado, entra mi abuela pisando los restos de cerveza que aún había en el suelo, tenía una sartén en la mano, y me dice...“Nena, tengo ganas de darte con la Sartén en la cabeza, estoy muy nerviosa”

14:16 Le digo a Teji “Ya tengo texto para el Caca, incluso una foto de la protagonista de mi relato. LA BIRRA”


-Mariro-

sábado, 15 de mayo de 2010

El Prado

El arte se compra y se vende
como todo en esta vida,
en estos tiempos.

Como el amor en un burdel,
como una mujer en la calle,
en la Casa de Campo.

Cuadros en el quirófano,
a la espera del cirujano,
que maquillará su rostro.

Bustos acinados,
stock de un almacén
cogiendo polvo.

Figuritas de porcelana
que nunca volverán a ser admiradas,
lamentando su estado de admirable conservación.

viernes, 14 de mayo de 2010

El Club Bilderberg




-Tejada F.-

Se trata de una reunión anual, de tres días de duración, cada año en un lugar distinto del mundo, banqueros, jefes de gobierno, economistas, presidentes de multinacionales, académicos, científicos, responsables de los medios de comunicación, todo capo que pinte algo en la esfera mundial. Coinciden en lo que muchos ya consideran “el gobierno global en la sombra”. Las reuniones se celebran bajo el más estricto hermetismo (aunque se van sabiendo cosas), de hecho los medios tradicionales no dan cobertura de los encuentros, solo alguna línea perdida de algún periodista al que nadie hace caso. Pero vayamos por partes… conozcamos su origen:

1954 El príncipe Bernardo de Holanda -miembro destacado en su juventud del ejercito Nazi- organiza un encuentro en un hotel llamado Bilderberg, también colaboraron en la creación el mecenas americano David Rockefeller y el asesor estrella de varios gobiernos USA, Hernry Kissinger. El objetivo primario, era unir los intereses de países occidentales para hacer frente a los soviéticos, una especie de frente atlántico. Desde el principio las reuniones se realizaron con una discreción absoluta.

Composición actual: Alrededor de 130 asistentes, 40 de ellos permanentes, digamos que forman el núcleo duro, estos invitan al resto, en función de la coyuntura del momento, de la agenda escogida y del país anfitrión. La invitación es personal e intransferible. No se hacen públicas las conclusiones, imprescindible llevar palos de golf.

Vamos al meollo, esta gente no queda solo para mejorar su swing y darse palmaditas en la espalda comentando la mansión de Barbados.

Se trata, según algunos periodistas independientes y algunas filtraciones desde dentro, de reuniones que buscan unir fuerzas, lograr consensos, crear tendencias, hacer negocio, en definitiva influenciar y manipular, para lograr sus objetivos.

Una idea básica del Club Bilderberg, quizá la idea básica que todo lo impregna, es la de cercenar la autoridad de los Estados, para lograr el control a través de organizaciones supranacionales. Concretamente: control político con la ONU, control militar con la OTAN y control económico con el FMI y sobre todo con las grandes multinacionales. La idea de una única religión, por medio de la Carta de la Tierra de Naciones Unidas, publicada en 2000, es solo un ejemplo.

A grosso modo se puede decir que lo han logrado, la tarea última es instaurar una única ideología dominante a través de mecanismos de control, ¿no os recuerda a “1984” de Orwell, ese gran hermano que todo lo ve?

Una pieza fundamental de este complejo puzzle, son los medios de comunicación, claves para lograr el éxito en la macrooperación, editores y ejecutivos de los principales grupos de comunicación del planeta son miembros del selecto club, por supuesto.

Se puede decir que en un fin de semana, se toman decisiones extraoficiales, que luego se van concretando en las instituciones, se decide quien debe ganar las elecciones, que acuerdos y que conflictos interesan para sus proyectos e inversiones, que películas, que libros, que formatos de tv, en definitiva que cultura se va a consumir por parte del gran público, también que contracultura, no dejan nada a la improvisación.

Ultimas notas, quizá algo inquietantes, o no (que conste que solo recojo informaciones de varios periodistas independientes que dicen estar amenazados, aclaro esto por si aparezco en el Rio Borosa ahogado en extrañas circunstancias con un calcetín de raquetas cruzadas metido en la boca):

-El presidente JFK denunció constantemente la existencia de grupos secretos, conspiratorios y oscuros, decía “una verdadera democracia debe ser transparente para ser libre”, todos sabemos como acabó, o mejor dicho, es lo único que sabemos.

-Son miembros permanentes: expertos en biogenética, biotécnica, expertos en tecnologías de la información, bien es sabido que el control a través de Internet, el derecho a la privacidad, identidad etc, son temas fundamentales en las actuales sociedades postmodernas. También pensadores de prestigio que revisten de legitimidad ciertos avances éticamente dudosos.

-Son además miembros permanentes, grandes ejecutivos de farmacéuticas, algo como El jardinero fiel a escala planetaria. ¿Qué fue de la gripe A? y del ¿Tamiflú?

-BillClinton y Tony Blair asistieron como invitados antes de ser presidentes.

Hay más ejemplos de supuesta intervención o gestión de conflictos protagonizados, o diseñados, o provocados desde el glamuroso Club Bildelberg, el gobierno global en la sombra, quizá nunca se sepa hasta donde llega este aparente exagerado control, y quizá cuando empecemos a acercarnos a la verdad, la organización mute y se convierta en otra cosa, el caso es que nos la están metiendo con los pantalones puestos, aunque eso ya lo sabíamos.

Continuará…

jueves, 13 de mayo de 2010

ESPAÑA. INTOLERANCIA. DISTOPÍA.

-Toni Tower Baobab-

Cuando se líe la guerra
y los catalanistas no se pogan de acuerdo
con los independentistas radicales de Catalunya.

Cuando el PSOE rechace el programa del PSC
y el lehendakari socialista aborrezca a los socialistas navarros.

Y en el PP sigan con el tema de los liderazgos
entre aguirristas y marianistas
lo que cabreará sobremanera a los gallardistas.

Entonces la federación sindical de Policía Nacional
dará la espalda a la Guardia Civil.

Los Jueces progresistas escupirán desde lo alto
a los jueces más conservadores.
La justicia se impartirá en el patíbulo.

CCOO exigirá la retirada del manifiesto de UGT,
por sentirse gravemente ofendidos, mientras los verdaderos comunistas
disolverán la coalición Izquierda Unida.

En las trincheras la gente del Madrid y del Barça acabará a palos.
Los antitaurinos estarán satisfechos con el cese de los festejos.
Y ni una gota de agua más saldrá del Tajo para el Segura.

La Asociación Nacional de Víctimas del terrorismo
bombardeará la sede del foro de Ermua.

Y cada bando desenterrará las calaveras
de sus curas y jornaleros respectivos de las fosas comunes.
Con su aliento les conducirán a una segura victoria.

[por suerte]

Habrá cuarenta y seis millones de frentes.
y acabaremos vecino por vecino,
puerta por puerta,
cuando se líe la guerra...

miércoles, 12 de mayo de 2010

GORRAS DE RAP vs VELO ISLÁMICO

(Extracto del ensayo sobre El uso de símbolos religiosos en la escuela)

Me dispongo a escribir sobre un tema que, por suerte o por desgracia, está de actualidad. Se puede decir que lo tenemos hasta en la sopa e incluso nos quedaríamos cortos. Parece que hasta hace unos meses, en España las musulmanas no llevaban pañuelo en la cabeza o, si lo llevaban, a nadie le importaba. No es que ahora a la gente le importe, realmente creo que a la mayor parte de la población, simple y llanamente, les da igual. Pero claro, hay que opinar sobre lo que sale en la tele (incluso hablar de Belén Esteban llega un momento que cansa) y sobre todo si se trata de un tema donde se encuentran involucrados los menores. Porque ahora no son niños y niñas como antes, ahora son menores y hay que protegerlos cueste lo que cueste. Protegerlos o privarlos de su libertad, según sea el caso y según convenga en un momento determinado.
El hecho de que todo el mundo opine, de que todos pensemos que la nuestra es la solución a este espinoso problema, no significa que el tema no careza de importancia, aunque tiene todas las papeletas de acabar pronto en el cajón del olvido. ¿Alguien se acuerda de Aminatu Haidar?
Incluso la noticia ha tenido relevancia en las redes sociales, utilizadas en su mayoría por jóvenes y adolescentes. Véase en Facebook el grupo:“Yo no puedo llevar gorra a clase, tú no puedes llevar pañuelo” (¡y el clavel!) que tiene cientos de adeptos. Señores, no estamos hablando de un simple adorno, no se trata de una gorra de rapero, no es un pañuelo de Hanna Montana, se trata de una muestra religiosa, algo que se elige llevar por ciertas creencias. La cuestión es: ¿Pueden las adolescentes musulmanas ir a los Centros Educativos con un pañuelo en la cabeza? Estos últimos días, todo ciudadano de a pie nos hemos hecho esta pregunta, la cual, podría y debería contestarse con otra:

¿Y por qué no?


-Clara Benítez D-

Tito Francis

Los niños son el verdadero tesoro oculto a la vista de todos en este mundo.
A veces cuando miro a los ojos de un niño me da miedo,
porque puedo notar como yo le doy miedo al niño.

A veces cuando un niño se me acerca, me pongo nervioso
como un adolescente enamorado, y no sé qué decir, y se me nota en los gestos
y hago comentarios poco afortunados, y pongo acentos ridículos.

Y cuando veo que alguien hace sufrir a un niño, o le hace daño,
y le asusta con sus palabras sembrando el escándalo donde tan sólo había calma,
entonces se enciende en mí la rabia más grande,
una ira colérica que me hace querer matar a ese alguien.

- A Patricia -



"... el inesperado éxito de mis libros proviene, según creo, en última instancia de un vicio personal, a saber: que soy un lector impaciente y de mucho temperamento. Me irrita toda facundia, todo lo difuso y vagamente exaltado, lo ambiguo, lo innecesariamente morboso de una novela, de una biografía, de una exposición intelectual. Sólo un libro que se mantiene siempre, página tras página sobre su nivel y que arrastra al lector hasta la última línea sin dejarle tomar aliento, me proporciona un perfecto deleite. Nueve de cada diez libros que caen en mis manos, los encuentro sobrecargados de descripciones superfluas, diálogos extensos y figuras secundarias inútiles, que les quitan tensión y les restan dinamismo."


-Stefan Zweig-

martes, 11 de mayo de 2010

SU REPOSO

-Veterano-

Se lo pidió por última vez. Demasiado tarde.
Después todo sucedió como había planeado.
Esa última décima de segundo estaba ya cerca.
Todo decidido, todo premeditado. Ya no quedaba nada.
Atmósfera.

Atmósfera del último golpe,
Atmósfera de ese último sonido,
La mañida madera de su reposo,
La silla de mimbre con huellas de zapatos,
…y esa puta gota de semen …que al final colmó el vaso.

Y todo por amor. Por amor a ella, quien le quitó la vida.

lunes, 10 de mayo de 2010

UN GRILLO ENLATADO

-Toni Tower Baobab-

“Un grillo en una lata se refleja deformado contra las paredes esferoides. Intenta escalar por las paredes metálicas, sin alcanzar jamás su objetivo para respirar el aire fresco. Destrozando sus alas golpea una y otra vez contra la tapa agujereada para que respire una lismona de aire pétreo, se desespera y piensa en su virginal nido con sus mil hermanos. Él ya no volverá a rozar sus patitas alegrando las noches de verano, sus anhelos se ven coartados.

Le llegará su hora, pero ya ha sido ejecutado por la mano humana, que no entiende del corazón y agita el insecticida”

VIAJES

-Tejada.F-

Paseando por tierras almerienses recibo una llamada…

- ¿Francisco?
- Si madre, ¿que pasa?
- ¿Como estás?
- Bien, ya sabes, dando un paseo.
- Bueno pues ya esta hecho, nos vamos a Galicia, Rias Baixas, salimos de Bailén en bus el Lunes, 12 horas de viaje.
Antes de que mi cara de estupefacción pasara a terror, acerté a responder un escueto:
- Fantástico madre, me apetece mucho.

Cuando colgué el teléfono mi mente trataba de asimilar la noticia a toda velocidad, cosa en la que por otro lado soy un auténtico artista- la de asimilar noticias inesperadas digo- así que a la mañana siguiente me despedí de mi chica y cargué la mochila en el coche.

Era domingo, muy temprano, la autovía aparecía despejada y el sol veraniego amenazaba ya desde su salida en dar un solo de guitarra de los que se recuerdan.

La radio a primera hora de un domingo de agosto es especial. Los que comandan los programas saben que cuando acabe el verano volverán a la redacción a hacer fotocopias, o a buscar un micrófono en la emisora de algún pueblo perdido, entrevistando al cuidador de elefantes del circo de turno que llega al lugar. Después de todo ¿quién coño escucha la radio a esas horas salvo conductores solitarios?

La carretera seguía abandonada, demasiado tranquila, llevo en quinta desde que salí y no he picado el freno ni para esquivar un mísero perro -que siempre da vidilla- ni siquiera para evitar la muerte de un jabalí distraído en busca de alimento.

Una chavala de voz melosa saluda a un invitado, un viejo periodista que vive en La Habana y que recomienda un par de lugares para comer, imprescindibles al visitar la decadente y romántica ciudad caribeña.

Úbeda 95, salgo de la autovía, el embrague por fin va a trabajar.

La locutora de voz melosa despide al invitado, no han hecho referencia a la situación política de la isla, como si se pudiera obviar, no me parece lógico y con un golpe de índice le retiro la confianza privándola de mi compañía.

De pronto a 77 de Úbeda, estoy en Pakistán, un corresponsal de guerra recién llegado, habla sobre el problema de la pobreza en la zona. La miseria está llevando a moderados padres de familia musulmanes a internar a sus hijos en Madrazas, especie de internados donde se garantiza comida diaria y educación, y en la que algunos salen al cabo de los años, con la mirada perdida y dispuestos a morir por Alá. El tipo parece informado, dice que también en África se están imponiendo este tipo de instalaciones y que es ahí donde se debe trabajar preventivamente, en la lucha contra la pobreza, auténtico germen de los fundamentalismos.

Demasiado importante para esas horas, atizo otro golpe de índice. Úbeda a 50; no soy rencoroso y vuelvo a buscar a la chica de la voz melosa.

La carretera por fin ofrece travesías en viejos pueblos, lugareños buscando sombra y curvas, necesitaba curvas.

La ensalada de temas en la que se convierte un magazín radiofónico, a menudo desquiciante, me lleva en esta ocasión a un pueblo manchego, dónde se celebran sus fiestas y en las que los nativos y visitantes -pertinentemente vestidos- recrean fragmentos de la obra maestra de la literatura mundial.

Úbeda a 10, Cuna del Renacimiento Andaluz, el Renacimiento que Mira al Sur. Estoy en casa, suena Papá cuéntame otra vez de Serrano, pero mi índice está crecido y se sabe el camino, de un definitivo golpe seco apago el aparato.

La puerta de la Casería se abre lentamente, como siempre mi perro, un cachorro de mastín de 52 kilos, viene entregado a saludarme, apoya su cabezón en la ventanilla -que inmediatamente bajo- y le correspondo con una caricia (después de todo es gris y algo negro con manchas blancas y de pelo suave) le encanta y cuando reanudo la marcha para encerrar el coche, me sigue correteando, de repente al girar para aparcar, Morgan que así se llama el morlaco, se cruza temerariamente y zas! lo atropello.

-Hola hijo, cuanto tiempo, dame un beso
-hola madre, solo han sido tres días
-que tal, ¿estas ilusionado con Pontevedra?
-no pienso en otra cosa… pero creo que he pasado por encima del perro.
-es fuerte, haz la maleta.

sábado, 8 de mayo de 2010

DE LA DISPUTA QUE TUVE CON UN PAR DE AVISPAS. Ceuta -Verano 2008-



-Rubén Casado-


Si ya costaba de por si escribir, en estos momentos se me presenta casi imposible. La voz se me ha quebrado, no hay nada peor que esto para el arte de las letras. He vuelto al pesimismo, al derrotismo fácil, al ser compasivo. No puedo hablar desde la posición de un hombre sabio que todo lo sabe. No puedo hablar con gravedad, como si supiese lo que hago en cada momento, como un ser reflexivo que se toma su tiempo antes de actuar. ¡Qué lejos estoy de eso! ¡Qué lejos han estado muchos y sin embargo lo han hecho! Pero esto no es lo importante. Lo importante es que he perdido la pequeña seguridad con la que escribía hace un tiempo, que me permitía decir algunas veces cosas coherentes, casi maduras. Al final de algunas líneas podía imaginar un grupo de gente mirándose los unos a los otros, diciéndose “sí” con movimientos aprobatorios de cabeza y con gestos de: “Este chaval sabe lo que dice”. Ahora ese mismo público se me ha vuelto rebelde. Cada vez que levanto la vista detrás de cada línea los veo abucheándome, riéndose, lanzándome cosas como a un vulgar Ramoncín. ¿Cómo puede uno dedicarse a esto si ni siquiera uno mismo sabe realmente lo que dice? ¿Qué puñetas está diciendo? Cuando tenía la mirada elevada, al infinito, me permitía dictar sentencias, hacer bonitas parábolas y demás malabarismos gramaticales, cerraba con pequeñas ironías en forma de guiños cómicos, casi traviesos, y la boca me ardía de risa, de poder. ¡Que ser tan estúpido! Al final, claro está, triunfa la sencillez. Hay que ser modestos y saber donde esta el sitio de cada uno. Aprovecho para contar una pequeña anécdota, estúpida, siguiendo la línea, la verdad, nunca fui un gran contador de historias. Curiosamente las historias que más me interesan y las que más me llaman la atención parece ser que al resto le importa algo menos que un comino. Después dicen que no hay razones para volverse loco. Yo tengo una lista entera que aún no está cerrada. El caso es que, acompañado de mi habitual derrotismo de la última semana, decidí sentarme en una terraza a tomar un té verde, quería pensar, o dejar de pensar, esconderme un poco, en definitiva. Me sirvieron el té hirviendo. Rezumaba una dulce fragancia a hierbabuena que hizo que se me hinchara el espíritu. Esto me ayudó a respirar, por unos instantes, un poco de paz. De pronto, de no sé dónde ni a qué vino, una avispa apareció por encima de mi hombro, dio dos, tres, tal vez cuatro vueltas de reconocimiento y allá fue a parar al filo del vaso haciendo equilibrios. Finalmente, tras un momento de duda, introdujo su fea cabeza dentro del receptáculo. A esto, mientras alzaba la mano crispada para lanzar una defensa antiaérea, otra, digo, otra grandísima hija de puta de su misma especie, apareció como surgida de la selva vietnamita para hacerle la cobertura y escoltar su avanzadilla. Ya por entonces me dedicaba yo a dar manotazos en el aire, echando el torso hacia atrás cada vez que recibía un ataque, hasta que me encontré de pie a siete palmos de la mesa y con toda la clientela mirándome por encima de sus copas. Volví como pude a mi sitio. Por el momento se habían retirado. Di un par de sorbos al té que atravesó mi garganta como una bendición. Mientras bajaba el vaso para ponerlo sobre el piso, de nuevo, ese par de garrapatas voladoras hicieron acto de presencia. No me iban a joder más. Encendí un cigarrillo, di un par de caladas profundas y, conforme apoyaba sus adorables patitas en el filo del vaso, le di una ración de napal en el costado. Allá fue a parar, la condenada, al interior del mismo. Cogí una servilleta y después de un par de maniobras conseguí reflotarla. La mandé al lugar donde parecía estar pidiendo a gritos que la mandara: con sus muertos. Cogí el vaso y me levanté. Un chico, sentado a un par de metros, me estaba mirándo totalmente perplejo. Parecía que necesitaba una explicación. Mientras me dirigía a guarecerme al interior del local pasé por su lado. Me seguía con los ojos. No tuve mas remedio que pasarle el parte: “Las avispas me están comiendo”. Con un ligero movimiento de hombros me hizo saber que estaba enterado de todo el asunto. Tomé sitio al fondo, detrás de un ventilador que cubría con su movimiento un perímetro que aseguraba por unos momentos mi integridad. Me senté jadeante y di un sorbo al té. Aún ardía. Me queme un poco la punta de la lengua. Apoyé ambos codos sobre la mesa y me cubrí la cara. Voy a contar un secreto, creo que estuve a punto de romper a llorar. Rápidamente me repuse. Dios, no me sentía tan desgraciado desde… no sé quién fue, hablando sobre la muerte de Mariano José de Larra, creo que fue Ortega y Gasset, realmente no lo sé. Decía este que no era necesario un gran acontecimiento para que una persona decidiera quitarse la vida. Cualquier nimiedad, cualquier paso en falso de cualquier persona, una simple palabra, podía desbordar la angustia de un sujeto herido. Que curioso, parece una tontería, pero tuve una sensación mortal parecida con el tema de las avispas. Estaba hundido en estas cavilaciones, totalmente ido, fuera de sitio, incómodo, a punto de perder la cordura, cuando ¡bendito! incrédulo de mí, se estaba fraguando una venganza. La segunda en discordia, aquel proyecto de avispa, que bien le podría haber dado por oler mierda como inteligentemente hacían las moscas, venía para darme pomada. Venía, ella, decidida como un fanático amarillo en la segunda Guerra Mundial a estampar su chasis contra mi rostro. Con un movimiento hábil y saliendo del letargo, me quité la gorra y le asesté una de derechas a la base del cráneo, desapareciendo por el efecto del espacio aéreo. Pude oír sus entrañas crujir contra el suelo. Un amago de sonrisa comenzó a asomarme por la comisura de los labios. La vi alzar de nuevo el vuelo visiblemente mermada. Asesté otro golpe con furia que no la alcanzó pero suficiente para que se marchara a tomar viento y no volver jamás a molestarme. Encendí un cigarrillo y terminé gustosamente el té que, todo hay que decirlo, estaba delicioso. Fin de la historia.
Está bien, a esto me refiero cuando no sé lo que hago cuando escribo. Echando la vista atrás, creo que de lo último que estaba hablando era de la sencillez. Sinceramente no logró relacionar la historia con el propósito que tenía cuando empecé estas páginas. Al fin y al cabo no tiene importancia. Lo único importante es que nada importa. Ni lo que escriba, ni lo que pase, ni lo que nos pase a mí y a las avispas. Unos días les toca recibir a ellas. Otros días… -en fin- otro día te lo cuento.

ALFA Y OMEGA

ALFA

Un alma bella
puede hacer florecer
al más feo de los seres.
La voluptuosidad del espíritu
es la verdadera sensualidad.
Respetad a la naturaleza.
Que dio belleza a los gatos
y fidelidad a los perros.
Gracejo en el andar
a los lagartos.
Y sacaos los ojos
antes de prejuzgar.
Pero sobretodo
jamás sigáis un consejo.
Descubrid, vivid, sentid,
gritad...

OMEGA

(Pero nunca, nunca,
ni en el más fantasioso
de vuestros sueños.
Pensad en no pagar la luz,
pues os la cortan,
y la luz también.)


-Toni Tower Baobab-

viernes, 7 de mayo de 2010

AQUEL DÍA

-Veterano-

De repente me paré. Pronto pasaron dos gilipollas crónicos discutiendo no sé qué mierda. Los miré con todo el asco del mundo y les pedí fuego. Uno de ellos incluso se permitió la libertad de practicarle una felación verbal a mi chupa de cuero, eso me irritó en demasía. No sé por qué pero ya no me gustaba estar allí, sentado, viendo a esa pandilla de subnormales transitar de un lado a otro. Hubo una vez un tonto de estos que llegó a pasar hasta cinco veces por la misma calle en menos de cuatro minutos, recuerdo que me hizo gracia.
Los siguientes, una pareja de abuelos con sus andares pesados y trabajosos, daban la sensación de no llegar nunca a su destino, estos eran de los más comunes. Justo enfrente una pareja de policías pedían la documentación a un marroquí distraído, su cara me sonaba.
Ya había empezado a anochecer y tuve la rara sensación de vuelta. Eché a caminar. Al rato llegué, abrí con dificultad debido a la casi invisible luz del portal y entré. No había nadie. Me dirigí al dormitorio, tropecé con algo y aproveché para descalzarme. Hacía buena noche así que busqué una vela y encendí mi pipa. Cuando desperté habían pasado más de dieciocho horas por lo que no era persona. Mi cuerpo entumecido era incapaz de despegarse por sí solo de los efectos del opio, por lo que me ví obligado a meterme en la ducha. No me miraba al espejo desde hacía días.
Después de caminar durante un rato volví al sitio de siempre, de pronto me detuve. Los primeros en pasar, la típica pareja de ancianos, a su paso. Luego llegaron los dominicanos y su alboroto, pasaron desapercibidos. Ellos no lo sabían pero les estaba perdonando la vida, un día tras otro seguían siendo cómplices, víctimas, o simple y llanamente seguirían escapando. Anochecía y regresé a casa. Abrí y no había nadie, sólo la luna en la ventana, quieta. La nevera seguía vacía, no sé con claridad desde cuando, puede que hiciese días de su último alimento. Había gastado mis últimos ahorros en la compra de un buen libro, una edición cojonuda, y en pagar el alquiler así que nada de cenar, tampoco lo necesitaba. Mis mandíbulas ya se habían jubilado, aquel mismo día. Me tendí y encendí mi pipa, como cada noche, y pronto la luna se cubrió de humo.
Al llegar me paré, como siempre, de repente, era otro día. No sé que hizo tan especial aquel sitio, pero ya no me gustaba estar allí. Una señora emperifollada paseaba su emperifollado perro. Era Domingo y el auge de la eucaristía se sentía en sus rostros deformados, y yo ahí, perdonándoles la vida.
-¿Perdona, un papelillo no tendrás por ahí?
-Sí, tengo varios -le contesté-
Se trataba de un chaval joven.
-¿Podrías darme uno? Por favor
-Me gustaría, pero no.
-¿Y se puede saber porqué?
Me vaciló.
-Porque no te servirá de nada. -dije-
Acto seguido saqué mi Magnun 49 y de un disparo le volé los putos sesos. Había llegado el momento. Todo cambió en una décima de segundo. La gente y sus jodidas caras deformes gritaban con los ojos clavados en ese jovencito idiota, que acababa de perder el equilibrio, para siempre. Había mucha sangre, y ruido. Caminé rápido hasta casa, la cuenta atrás. La escusa perfecta, a mis espaldas, yacía contra el suelo en un charco, inmóvil. Abrí la puerta y entré, me fui hacia el salón y busqué asiento. Encendí la vela y saqué la carta del sobre, no había vuelto a sacarla desde aquel día. La volví a leer. Todo seguía igual, eso me alivió. Luego la dejé caer sobre la mesa. Llegó el momento.
Entré al servicio sin ninguna sensación, con el alma chorreante , con las manos frías. Y me miré. El espejo a un lado, yo al otro, y en mitad el reflejo de lo que se avecinaba.
Mi cuerpo hacía días que ya sufría la degradación de un final, había desaparecido toda expresión y mi desnudez ya era plena ante el reflejo del último testigo. Casi tres semanas después de aquel día.
Cuando los policías entraron, a las pocas horas, mi cuerpo ya descansaba en el umbral de los hechos. Había sangre, mucha sangre, también una pistola, mi Magnum 49. Uno de ellos, supongo que sería el de mayor rango, se acercó sigiloso hacia la escusa perfecta, y dándose un cierto aire teatral, como si acabara de encontrar la pista de un caso eternamente abierto, leyó la carta.
“Tras examinar los últimos análisis, sentimos comunicarles que los resultados han dado positivo. Le rogamos se pase lo antes posible por la clínica. A 5 de Febrero de 1983”

miércoles, 5 de mayo de 2010

Él y Ella

-Tejada F.-

Hoy he hecho inventario. Me he acordado de personas que ya no están a mi lado.

De de mi abuelo Manolo, un hombre tranquilo y de pocas palabras. Siempre que llegaba el fin de semana era la hora de visitarlo, dábamos largos paseos a ritmo pausado, sin importarnos el destino ni la belleza del lugar, eran simples caminatas codo con codo, dormíamos en habitaciones contiguas con las puertas abiertas, de madrugada su transistor berreaba dando noticias que yo escuchaba sin perder detalle. Las noches de verano disfrutábamos del silencio, tomando el fresco y mirando las estrellas en nuestra terraza, echados en viejas hamacas, ese silencio que solo se comparte a gusto con las personas que quieres. Los domingos por la mañana desayunábamos una tostada en la lumbre empapada de aceite y ajo. El día de su muerte fue el primer día que lloré de verdad, sin complejos, a calzón quitado, con cada parte de mi ser. Tomé conciencia, aunque era joven, que esta vida es una montaña rusa de emociones que no tienen marcha atrás. Heredé su transistor y su afición incondicional a la radio y las tostadas.
Mi bisabuela Nina me cuidó desde pequeño, crecí agarrado a su mano, escuchando las historias de su dura biografía, con 19 años madre de una niña y viuda de un maestro de escuela y capitán republicano fusilado, me transportaba a tiempos de hambre, bombardeos y aguerridos milicianos cantando viejas consignas con olor a derrota. Los días sin clase le pedía que cocinara sus riquísimas gachas atascadas de tostones y canela, me gustaban espesas, muy espesas, que la cuchara quedara trabada, hincada como un mástil. En verano veíamos viejas películas de la bella Sara Montiel y escuchábamos Suspiros de España. Cuando estaba en Granada me llamaba a sus 90 años con el móvil para ver si estaba solo, ella nunca quería que estuviera solo, la calmaba diciéndole que estaba bien rodeado, pero ahora sin ella, sin él, lo estoy.

"Alma" 1998-2004

Para mirarte sólo a los ojos dejo a un lado todo lo que me impide verte,
Las lágrimas que me nublan, el sol que me deslumbra
Y los nervios que me juegan malas pasadas

Para llegarte tan sólo al alma callo la voz para que leas mis palabras
Y Aparezco Desnuda Ante Ti para que Leas Mis Ideas Mudas
Aún a riesgo de que no entiendas nada

-Makeda-

martes, 4 de mayo de 2010

Robustiana Returns

Deberíais haber visto la cara de pene de mis compis, los señores Tejada y Veterano, y de un servidor, el día que Robustiana nos abandonó.
Los tres nos miramos como si una parte de nosotros hubiera muerto. Y efectivamente así fue por una noche. Pero sólo fue un susto y al día siguiente, después de un merecido descanso, Robustiana volvió con más fuerza para seguir siendo el alma de las noches del 5ºD.
Supongo que todos sabéis a quien me refiero, quien es esa tal Robustiana, pero por si algún neofitillo desconoce a la campeona mundiaL de reproducción de vídeo y audio, champion of the world, múltiples títulos en su haber y pulverizados todos los récords, debéis saber que Robustiana es nuestro aparato de vídeo. Una máquina capaz de funcionar durante varios años seguidos día y noche sin descanso y sin dar un tormento.
La culpable de gran parte del imaginario cacagenesiano y la madre de los cientos de pájaros que anidan en nuestra cabeza.
Como digo, una noche, Robus, como familiarmente la llamábamos, nos abandonó; pero pronto regresó porque sabía que nosotros no éramos nadie sin ella, y volvió a darlo todo en la batalla. Y volvió a caer, y volvió a levantarse. Nadie conoce su aguante. No tiene límites.
Pero toda historia tiene su final y toda vida empieza y acaba (al menos, eso dicen) y un fatídico día Robustiana dijo "ya no más. hasta aquí hemos llegao" y expiró.
Fue injustamente relegada al rincón de la peste, al cuarto de los trastos, donde ha estado cogiendo polvo todo este curso.
Mónica se prestó a buscar una alternativa a Robus y nos trajo directamente de la capital a Cachumba. Sin embargo ésta nunca estuvo a la altura de su predecesora (lo siento Mónica, pero esa es la verdad) y aunque nos ha salvado alguna que otra noche, desde un principio, no cuajó.
De hecho, creo que la llamamos Cachumba porque lee menos que Cachumbo, mozo fornido donde los haya pero más de campo que San Isidro y siempre reticente a los libros, es incapaz de leer incluso los titulares del Marca.
Pues bien, esta noche, harto de los desprecios de Cachumba a los discos que le traigo, que a todo le hace ascos, he mirado hacia el pasillo, al almanaque de María Auxiliadora, y he dicho "ayúdame Madre mía porque no aguanto a esta bestia" y entonces, un pensamiento, más que un pensamiento, un anhelo, un deseo profundo y contenido ha cruzado mi mente como un relámpago en una oscura noche de tormenta y he pedido:
"Virgencita mía, si me quieres como yo te quiero, y sé que Tú me quieres mucho más, devuélvenos a Robustiana"
Ahí es cuando con paso dirigente y firme, como el que debió dar Jesús frente a la tumba de Lázaro, me he dirigido al trastero, y haciendo un gesto de Dios que peste hace aquí dentro, abriendo sólo una rendija de la puerta para que no escapara la malaria, he hundido mi brazo en ese fondo de armario, lleno de no sé qué seres grotescos y he rescatado a Robustiana del pozo del olvido en el que había caído y la he devuelto a su lugar del que nunca debió ser retirada.
La he enchufado ya con el convencimiento de que Robus había resucitado. Su característica lucecita roja se ha encendido aunque aún no las tenía todas conmigo, y entonces... he pulsado el botón, y... ¡¡¡Voilá!!!
Ella que además de eficiente, es muy educada me ha dicho Hola, en inglés, que además sabe idiomas (¡que profesional!), y ahora mismo escribo este comunicado oficial mientras veo y escucho al tito Bob cantando en directo, en un concierto mágico y místico como todas las actuaciones del tito Bob, y del que Cachumba me quería privar. Su reinado ha terminado.

ROBUSTIANA HA VUELTO.

NOSTALGICAS

-Rubén Casado-

Probablemente no sepa lo que es la melancolía. Es un sentimiento que no he tenido el placer de experimentar en muchas ocasiones a lo largo de mi vida. Ya, de niño, recuerdo ir por la calle con mi madre e ir corriendo cincuenta metros delante de ella, buscando no sé qué, queriendo llegar a no sé dónde. Siempre tuve la imperiosa necesidad de que el tiempo pasase lo más a prisa posible para ver algo interesante. El tiempo que discurría entre medias me parecía un infierno insoportable, algo que no estaba hecho para mí. Cuando hago esfuerzos por sentir melancolía, por ejemplo, cuando pienso en mi niñez, no necesariamente experimento el regocijo en la algodonosa tristeza de la que algunas personas me hablan. Mi sentimiento es una mezcla de indiferencia y serenidad. No añoro nada de lo que hacía en aquellas edades. Tal vez una luz entrando en la mañana por la ventana de mi antigua casa o la voz jovial y sensible de mi madre, quizás, jugar con mi hermana y poco más. Pero aún así no deja de ser algo tan normal como pensar en la luz que entró la otra mañana por la ventana de mi actual casa, recordar la voz de mi madre cuando hablé ayer con ella por teléfono o recordar la sensación agradable de tomar una cerveza con mi hermana. Me sorprenden sobremanera aquellas personas en las que su más tierna infancia juega un siniestro papel en sus vidas adultas. Parecen personitas mayores maltratadas por algún malvado oculto, algún esbirro del mismísimo Satanás, que ha tenido la desfachatez de cercenar sus vidas y, lo que es más imperdonable aún, su infancia. Respetable por mi parte este sentimiento, no llego a comprender qué cosas extraordinarias y magníficas sucedieron en las vidas de dichas personas para casi no poder respirar ante el recuerdo de su niñez. Tal vez, yo sea un tipo raro, que puede ser. De lo que jamás se me podrá tachar es de insensible. Algunas veces, amenaza en mi mente el cruel pensamiento que sigue: Que a lo mejor esas personas que añoran con tanta intensidad la alegría y sosiego de aquellos años, utilizan dichos argumentos para disfrazar su actual falta de imaginación y, sobre todo, de madurez. Si bien esta conclusión es un tanto radical, pienso que está impregnada de una pincelada de verdad. Antaño la melancolía se asociaba a la enfermedad de la depresión, creo haber leído. Y no iban muy descaminados estos antiguos pseudo-psicólogos pues, en algunos casos, la patología llega a ser evidente. (Recordar que medicamente estoy calificado como depresivo crónico y que esta, mi depresión, poco tiene que ver con la melancolía). No me extraña para nada que la película más vista de la historia del cine sea la reciente Avatar. Algunos lo achacan a los brillantes y costosos efectos especiales, pero yo me decanto por la masiva y generalizada melancolía que invade el planeta o, si se quiere, el mundo occidental. Millones de seres melancólicos vagando por las ciudades, con sus recuerdos de teta y de chupete a cuestas, deseosos de que se les ofrezca fantasía por un tubo con sus respectivos muñequitos, a poder ser, de múltiples colores. No es de extrañar tampoco que Mickey Mouse, Bugs Bunny y sus secuaces hayan sobrevivido tanto tiempo en nuestros corazones, tanto o más que el mismísimo JesuCristo. Exageraciones a parte y a parte la demagogia recalcitrante, lo cierto es que, todos o la mayoría, flipamos con lo imaginativo y maravilloso, pero luego no somos capaces de hacer un mísero dibujito en la esquina de una servilleta porque “esas cosas las hacía yo cuando era pequeño.” De lágrima, vaya. Por eso, cuando se me acusa de hiperrealista o de falto de imaginación, me vanaglorio de ser de las pocas personas que a mi edad se atreve a dibujar, escribir y hacer figuritas de barro (aunque en contadas ocasiones). Siguiendo la doctrina de papá: “Se es maduro cuando logramos vivir con la misma seriedad con la que jugábamos cuando éramos pequeños.” O algo así, que más da. Lo que vengo a decir es que esos melancólicos de dibujos animados han crecido torcidos o, mejor dicho, malformados. La infancia ha de ser una etapa de la vida como otra cualquiera, con el mismo valor que las subsiguientes y que jamás desaparece sino que se suma al resto de etapas que vamos experimentando. Aquellos que creen haber perdido ese niño que llevan dentro porque les ha crecido barba en unos o pechos en otras, mi más sentido pésame. Siento la pérdida de millones y millones de niños en todo el mundo, siento más aún que necesiten revivirlos una y otra vez penosamente a través de la creatividad de mentes ajenas y siento aún más que, los que insensiblemente avocamos por un mundo exento de tontos que llenen los cines para ver Avatar, nos sigamos esforzando en demostrar que también, un día, fuimos niños.

domingo, 2 de mayo de 2010

Miercoles 28 de Abril -HAY DIAS MALOS Y DIAS BUENOS-


-Toni Tower Baobab-

Hay días malos y días buenos.

En un capítulo de Futurama, el cuál me gusta mucho, se dice que toda buena comedia de situación empieza presentando la vida normal de personajes corrientes. Acto seguido se hace un giro de guión que presenta el conflicto. Para después sacar a la persona normal de su realidad cotidiana y convertirla en el héroe que salve la situación. Al final del capítulo se muestra que de nuevo se vuelve a la normalidad, puesto que cada capítulo de una buena comedia de situación debe ser autoconclusivo.

Pues bien, Philip J. Fry, el protagonista algo tontete de Futurama, consigue terminar la serie de Ally McBeal para que unos extraterrestres no destruyan la tierra; Ya que se cortó la señal de video a su planeta que les impidió ver el último capítulo de la serie. Lo cual les enoja sobremanera. Supongo que conocéis el capítulo. Los extraterrestres quedan satisfechos con el capítulo que dirige Fry de forma algo chapucera y se van tranquilos de vuelta a su mundo.

Entonces Fry pone los pies encima de una mesa y se sonríe satisfecho.

Hoy han pasado muchas cosas, la primera y más importante es que el Dios Helios nos ha bañado una vez más con su infinita energía. Después he ido al Curso y he expuesto mi Power Point razonablemente bien, me han grabado en vídeo y mi alma ni siquiera se pregunta que pensarán los demás porque sólo le importa lo que piensa de sí misma.

Ya para el desayuno, tostada mediante, he hablado de inseguridades con una compañera y he alcanzado la megapaz mientras hablabla con ella. Y pienso que mañana seré un poco menos inseguro gracias a eso. Al salir me he enterado de que otra compañera de aquí de Linares conoce a ¡Bolete! pues eran vecinos en Jaén y salían de fiesta todos.

Después he estado viendo las presentaciones de otros compañeros, y me han gustado. Y no he odiado en toda la mañana a nada ni a nadie. Al salir me he encontrado con mi madre y le he llevado bolsas de la compra, y hemos ido a recoger al colegio a un amiguete que tengo de cinco años que flipa conmigo por las tonterías que le digo.

He comido bien, primero y segundo, y como ayer decidí dar descanso a mi cuerpo he perreado como en los viejos tiempos y me he zampado dos helados de la nevera. Me he acostado pero no me he dormido, mi hermana iba a un concurso de la televisión y quizá me usara como comodín de la llamada, no se produjo, pero yo hoy era un centinela fiel y atento.

Me levanté después de que un compañero de fatigas Induraínicas me llamara para salir en bici, pero decliné. Eran sobre las 18:30 y salí a llevar una rueda a la tienda de bicicletas para que la arreglaran. A la vuelta saqué en el cajero y aunque no iba a gastar nada hasta el viernes, la cagué porque en Linares es la feria del libro, y he pulido 24 de los 40 euros que me quedaban hasta el día 10.

Compré 12 libros a 2 euros cada uno con el sugerente título, Felix Rodríguez de la Fuente, Fauna de la Península y Europa, y casí completé la colección pues eran 15. Curiosamente encontré allí a la compañera de fatigas de Cacagénesis que me ayudó a bajar los libros hasta mi casa, cosa que he visto imposible hacerlo yo sólo, 20 metros después de comenzar a desplazarme.

Después llegué y me sumergí en el Caca...

Además entre pitos y flautas ha perdido el Barça, (pero yo he vuelto a escuchar los Beatles hoy por lo que doy gracias a Jesús un nuevo día), y con el gol de Bojan anulado me he carcajeado escuchando a un vecino medio tonto y alterado, y he visto a ese SemiDios autoproclamado llamado Mourinho provocar a 95000 personas. Y ha perdido mi equipo, pero ¡qué coño! He visto ganar a mi queridísimo Eto´o, y ha merecido la pena.

Luego he tenido un conato de pelea con mi hermano africano. Pero esta vez no he podido gritarle: ¡Las manos atrás! y eso me ha entristecido porque sinceramente he pensado que no se lo merecía, yo sabía que era una broma de mal gusto que mientras la pronuncias se te agría en la boca. Y aún sabiéndolo lo he hecho.

Ha llegado la cordura con Veterano y con Mónica. Y me he hinchado de reir.

A mitad de este ladrillazo me he comido un helado, y he visto fotos nuevas colgadas por el Caca, y he charlado por el facebook en plan megarisilla, y he respirado. Y como Philip J Fry, he puesto los pies encima de la mesa sonriéndome.

He aprendido hoy más que en muchos días en una clase de ética. Y hoy la raza humana ha mejorado y con ella todos nosotros, porque hoy todo ha vuelto a la normalidad. ¡Ay! Bendita normalidad.